Perspectiva Global

Michael A. Galascio Sánchez (*)

Una empresa de Taiwán tiene un barco capaz de procesar 500 mil barriles de agua contaminada al día. Esta compañía, se ha ofrecido a limpiar el derrame de petróleo en el Golfo de México gratis, ya que según sus cálculos, la recogida y depuración del combustible sería rentable porque se llevarían el petróleo tal y como estaba antes del accidente, incluso obteniendo beneficios. Sin embargo, Obama prefiere que BP pague 20.000 millones de dólares a sus propias subsidiarias para limpiar el desastre, así el dinero se reparte entre los empresarios afines. Con lo cuál, mientras más grande sea la catástrofe ecológica, más ricos se harán algunos, incluyendo BP.

En otro orden de cosas, ¿qué ha pasado con Haití? ¿Por qué ya nadie habla de ellos? Es un Estado roto, sin infraestructuras, sufriendo una terrible hambruna, con niños muriendo y sin la posibilidad de que se puedan ayudar.

Mientras tanto, en Canadá los líderes del G-20 decidieron adoptar políticas económicas diferenciadas y adaptadas para cada país. Según el presidente Barack Obama, “nuestros retos son tan diversos como nuestras naciones.” “Pero juntos, representamos el 85% de la economía global”. ¿No les suena familiar? ¡Otra vez el Nuevo Orden Mundial!

En cuanto a Internet, EE.UU. estudia la utilización de acreditaciones para todo ciudadano que se conecte a la RED. Es curioso que después de criticar con dureza al régimen de Beijing, los estadounidenses decidan no sólo copiar su modelo, sino perfeccionarlo.

En nuestro país, el Banco de España emitió el 29 de junio de 2010 un informe sobre la reestructuración de las cajas en el que concluye que 26 entidades con activos de 768.252 millones, que representan al 60% del sector, recibieron ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por valor de unos 11.000 millones. Ese mismo día, la bolsa sufrió un desplome del 5,4%, la tercera mayor caída del año. Uno de los factores más importantes, además de la bajada en el crecimiento de China, es que cuando culminen “las pruebas de estrés a la banca española, incluyan la situación límite de impago de deuda pública”. Esto significa, que tal vez España tenga que aplazar la devolución de la deuda.

En este punto, se preguntarán, ¿por qué el autor salta de un lado hacia otro? ¿Cuál es la relación? Realmente, la relación es evidente. Se trata de tener lo que los anglosajones llaman “the big picture”. Un cuadro completo. Todas estas situaciones aunque aisladas, nos están empujando hacia un nuevo orden mundial, que cada vez más parece inevitable. No obstante, todavía faltan algunas cosas como por ejemplo, el tema de Irán. Según el G-8, Israel puede estar preparándose para atacar a ese país, algo que puede convertirse en otro factor más para acelerar la idea de un gobierno mundial. Por otro lado, Mahmoud Ahmadinejad no ha dado señales claras de que su programa nuclear tenga fines pacíficos y así, facilita el camino al nuevo régimen global. Esto por no hablar de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos que sí, deberían preocupar a Occidente.

¿Se imaginan una guerra mundial? La catástrofe humanitaria y ecológica, subida del petróleo, escasez y racionamiento de alimentos, vandalismo, robos, toque de queda, centros de vacunación, la pérdida de todas las libertades fundamentales… ¡El caos absoluto!

En la actualidad la crisis económica que vivimos, no solamente trata sobre las finanzas, sino sobre el afloramiento de la ansiedad y como no, un pensamiento irracional colectivo, producto del miedo generalizado que pone a la población en una situación de vulnerabilidad que le empuja a tomar decisiones insensatas, cediendo así, sus derechos a un Estado cuya agenda es el control total.

Tal parece que la consciencia colectiva, en vez que despertar ha entrado en un sueño tan profundo, que hasta el inconsciente ha caído rendido ante Morfeo. Vivimos en una sociedad diseñada por una elite que reina gracias la ignorancia y las flaquezas de las “criaturas humanas”. Así lo expresan esos que no son de nuestra especie, si pueden interpretar mis palabras. ¡Ya saben!, a qué me refiero.

Cuando la vileza de una sociedad llega al punto, en que los medios de comunicación audiovisuales, se divierten burlándose de un mendigo alemán o haciendo una parodia sádica de una niña paraguaya que buscaba en la basura, la misma ha perdido su Esencia. ¡Es el imperio de las injusticias humanas! Somos testigos de la fétida avalancha de mal que emana de la pequeña pantalla, espectadores del robo cotidiano de nuestros criterios y valores a cambio de la feliz miseria que gira en la “Noria” de lo banal. Observamos con pasividad la bestialidad pedantesca y retórica de los prevaricadores que quieren destruir la unidad del género humano. Mientras unos pocos ciudadanos, nos balanceamos entre la cordura y la locura, la resignación y la rebelión, las esperanzas y el furor, las blasfemias y las oraciones.
(*) Licenciado en Ciencias Políticas, doctorando en Psicología de la Salud y Clínica