BRUSELAS.- A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la industria farmacéutica aseguran que las vacunas contra la influenza A H1N1 son seguras y eficientes, gran parte de la población en Estados Unidos y Europa –donde se han comenzado a aplicar– no piensa recurrir a ellas porque las considera de mala calidad y teme daños a su salud.Así lo expresan, de acuerdo con diversos sondeos, el 80% de los franceses, el 71% de los británicos, el 62% de los alemanes y el 41% de los estadunidenses. Más inquietante aún: parte del personal hospitalario de esos países mantiene la misma posición e incluso se ha manifestado contra la vacunación obligatoria.El pasado 15 de septiembre, la Food and Drugs Administration (FDA) autorizó la producción masiva en Estados Unidos de cuatro vacunas contra la también llamada "gripe porcina". Las firmas beneficiadas fueron la australiana CSL Limited, la estadunidense MedImmune LLT, la suiza Novartis Vaccines and Diagnostics Limited y la francesa Sanofi-Pasteur Inc., a la que el gobierno de Felipe Calderón compró 20 millones de dosis. Ese mismo día, la FDA sostuvo en un comunicado de prensa que las vacunas de tales empresas habían sido sometidas a "pruebas de calidad" y "vigiladas rigurosamente en su fabricación". Sin embargo, reconoció que su decisión de autorizarlas se había basado en "datos preliminares", e incluso advirtió que "la dosis óptima" para los niños estaba aún en estudio y sería comunicada "en un futuro próximo". Más aún: La FDA señaló que, "como todos los medicamentos", los destinados a prevenir la influenza A H1N1 "podrían ocasionar efectos adversos inesperados" o "serios", y confirmó la utilización de thiomersal en una porción de los productos. Existen sospechas de que esa sustancia, que sirve de conservador para una amplia gama de vacunas, incluidas las antigripales, puede provocar daños neurológicos y síndromes de autismo. Padres de niños supuestamente afectados han levantado en el pasado demandas contra autoridades sanitarias e industrias farmacéuticas. Así, por principio de precaución, Estados Unidos y países europeos como Francia habían prohibido su uso en 1999 y 2000, respectivamente.
Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1722 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 1 de noviembre.
Mucho cuidado porque los suizos ya la están restringiendo:
Suiza restringe el uso de la vacuna de GSK por el adyuvante que utiliza
Las autoridades sanitarias de Suiza (Swissmedic) han decidido restringir la administración de la vacuna contra la gripe A de GlaxoSmithKline (GSK), comercializada con el nombre de 'Pandemrix', alegando que el adyuvante que utilizan presenta "incertidumbres" en las mujeres embarazadas y en los menores de 18 años.
De este modo, esta vacuna sólo se administrará en personas de entre 18 a 60 años, mientras que en otros grupos de edad y en las mujeres embarazadas sólo se podrá utilizar la vacuna de Novartis, laboratorio farmacéutico con sede central en la ciudad suiza de Basilea, 'Focetria'.
"Del adyuvante AS03 que utiliza esta vacuna sólo hay datos actualizados en adultos, mientras que no existe información sobre su eficacia y seguridad en embarazadas y en niños los datos obtenidos por el momento son insuficientes". según declaraciones de un portavoz de Swissmedic a la cadena de televisión francesa TF1, que recoge Europa Press.
Por contra, indica esta entidad, del adyuvante MF59 que utiliza Novartis para su vacuna poseen datos suficientes ya que "ha sido utilizado durante mucho tiempo en las vacunas contra la gripe estacional".
Estas dos vacunas ya han recibido la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA, en sus siglas en inglés) y, de hecho, España ha comprado 22 millones de dosis de 'Focetria' y 14,7 millones de dosis de 'Pandemrix'. Ambos fármacos, según explicaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Sanidad y Política Social, se pueden aplicar en todos los grupos de riesgo fijados en España ya que la EMEA no ha establecido ningún tipo de restricción para ninguno de ellos.
Además, y con el objetivo de obtener nuevos datos sobre la eficacia de la vacuna de GSK en niños, la farmacéutica inició el pasado mes de septiembre en España un ensayo clínico con 400 menores de entre 6 meses y 17 años.
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