LAS RELIGIONES, COMO LAS LUCIÉRNAGAS, NECESITAN DE OSCURIDAD PARA BRILLAR. Arthur Schopenhauer

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Copenhague, la cumbre, la farsa y los ecologistas

30/12/2009 Cecilio Serrano. León



Ahora que la Cumbre de Copenhague ya es historia hay que felicitarse de que ese intento de gran estafa o farsa mundial, o global como el Planeta mismo, se haya quedado en un inmenso fiasco para los «luchadores contra el cambio climático». Ya son bastantes los ríos de tinta en prensa y los miles de horas de radio y televisión que en todo el mundo se han empleado, sin olvidarse las inmensas millonadas de euros y dólares que ha costado la Cumbre, como para que encima de allí hubiese salido otra cosa que un fiasco. Ya no son tiempos de hablar del agujero de ozono en la Antártida, ¿se acuerdan?. Tampoco está muy de moda ultimamente lo del calentamiento global, seguramente porque llevamos un par de inviernos bastante crudos y éste que acaba de comenzar a lo mejor vuelve a ser eso, un invierno como Dios manda. Y como, además, las últimas primaveras, veranos y otoños han sido muy normalitos...

Lo que ahora se lleva es, a secas o en todas sus acepciones: el cambio climático. Y es que en él cabe todo, empezando por la lucha encarnizada contra sí mismo. Pero vamos a ver, cómo se va a luchar contra algo consustancial con la vida e historia de este Planeta. Sin cambio climático la Tierra no llevaría miles de millones de años sosteniendo al ser humano y a todos los seres vivos que han poblado, pueblan y poblarán este Planeta.

Por no extenderme en más consideraciones, aunque el asunto da para muchísimo, me quedo antes de la despedida con esta auténtica perla, que manifestaba uno de los encargados o responsables de la Cumbre: «Lo único incuestionable surgido de la Cumbre de Copenhague es que en el año 2050 la temperatura media de la Tierra habrá subido dos grados». Acabáramos. Ya estamos de nuevo con el susto del «calentamiento global». Será que lo del «cambio climático» no se entiende del todo bien, o porque lo de luchar contra el cambio climático es, sencillamente, imposible y hay que volver a la carga con el camelo, que no cambio, climático. De eso saben bastante los miles de ecologistas (¡) que dieron «credibilidad» a la cumbre contra el cambio climático. Por cierto, siempre me he preguntado por qué los que se consideran ecologistas aquí en España nunca se ha levantado contra los arrasadores incendios forestales. ¿Alguien lo sabe?.Y eso sí que es destrucción del medio ambiente y tiene que ver con el clima. Ahí queda la pregunta.

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