Fracasada la Conferencia del Clima de Copenhague, empiezan a aparecer voces que reclaman un Gobierno Mundial que evite la anunciada destrucción del planeta y que imponga su autoridad para evitar el Apocalipsis que estamos creando. Piden que ese Gobierno transforme nuestro mundo el Reino de Dios prometido por las grandes religiones monoteístas, la primera, judía, luego la cristiana, y después islámica, que prohíbe los mejores placeres terrenales, pero que ofrece 72 huríes paradisíacas.
Rodríguez Zapatero es creyente de la nueva religión. De fe pura, ingenua y misionera, como corresponde a los nuevos santos: “La Tierra es del Viento”, dijo como Caballo Loco en Copenhague. Aunque en España hay evangelizadores del Reino de Dios de mayor fuste intelectual, como José Ignacio Torreblanca, joven profesor universitario de buen curriculum y muy influyente en ambientes del neoizquierdismo. Su prédica aparece en el principal portavoz del gochismo español, El País, donde demanda que comience a establecerse ya el Gobierno Mundial que controle nuestros vicios y gastos.
Torreblanca tiene alumnos aún más estrictos difundiendo la religión mundial contra el CO2, el dispendio: hasta nos prohibirán comer carne porque el ganado expele más gases, sobre todo metano, que las fábricas.
El Gobierno Mundial convertirá esta planeta en el Reino del Dios progre, que no progresista, con todos los seres igualmente bienpensantes, controlados por policías-legisladores del Pensamiento Políticamente Correcto. Imposiciones sentimentaloides, de espiritualismo-zen, espiritismo-materialista, misticismo, cursilería, acoso al disidente, ataque al opositor, muerte al librepensador.
¡Qué horrible Reino de Dios están creándonos!
http://www.eldiarioexterior.com/gobierno-mundial-36859.htm
1 comentario:
El gobierno mundial es el objetivo último de los iluminatti reptilianos que se aprovechan de cualquier ideología política para extender su mensaje.Cuidado al gobierno mundial que es la antesala de la dictadura mundial, el gran hermano, el ojo que todo lo ve. Todos estaremos marcados con el número de la bestia. Contra la conspiración reptiliana únicamente hay un antidoto: información alternativa.
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